SPOILERS!
Ya está. Después de 6 intensas temporadas, la serie más exitosa de los últimos años, la que ha movido a una inmensa cantidad de personas en todo el mundo, Lost, ha llegado a su fin. Esta madrugada, miles de seguidores de 59 países diferentes han podido ver el último capítulo de esta serie en directo, entre los cuales se ha encontrado España, a través de la cadena Cuatro, la que por cierto ha tenido algunos problemas con los subtítulos y con las imágenes, concretamente con un salto de unos 6 minutos que ha hecho que España viera el gran y esperado final antes que en su país de origen, los EUA. Curioso, si más no. Y no entraré en discutir los errores de la cadena ya que, a pesar de que, a estas alturas tecnológicas, no tendrían que haberse producido, no creo que sea lo más importante ni nada interesante (al menos no hoy) sobre lo que debatir.
Respecto al final, no ha contentado a todo el mundo. Habíamos creado unas expectaciones (quizás demasiadas) altísimas para este momento, que ansiábamos desde que vimos el primer capítulo de Lost. Había muchas cuestiones por resolver, muchas dudas que nada más que hacían que aumentar a medida que avanzaba la serie. Así que la gran mayoría de seguidores de Lost esperaban, para el de hoy, un capítulo con RESPUESTAS.
Pero, dejando lo que necesitábamos a un lado, realmente era necesario? A lo largo de estas 6 temporadas, la serie no ha hecho más que plantear preguntas, resolviendo solo una pequeña minoría de ellas. El final no ha hecho más que seguir esa línea.
Era un capítulo arriesgado e intentar resolver tantísimos misterios era prácticamente imposible. No le demos más vueltas. La isla es especial, y este es parte de su encanto: el no saber según qué cosas, el poder continuar haciendo nuestras especulaciones…
No sabemos nada de la isla, la gran protagonista, pero sí de sus personajes. Este último episodio (y la última temporada en general) nos habla de todos los losties, y, a través de una realidad alternativa, que resulta ser una especie de purgatorio, limbo, etc., nos muestra el final feliz que muchos ansiábamos ver. Porqué sí, mi opinión es que los personajes de Lost no murieron cuando el 815 se estrelló en la isla, cómo algunos creen. Todo lo que han vivido allí ha sido real. Ya lo dijeron los guionistas en la primera temporada, no están muertos. Es en ésta realidad alternativa en la que todos están muertos. Y no necesariamente muertos en el mismo momento, ni en la isla, sinó cada uno cuando le llegó, llega o llegará la hora. “No hay un aquí ni un ahora”, le dice Christian Shephard a su hijo.
Aunque reconozco que sí, son demasiados los misterios sin resolver, y, más importante, demasiadas cuestiones con las que “nos han mareado” sin una lógica aparente. Por ejemplo Desmond, quien tiene un papel importantísimo durante toda la serie, aparece en los momentos más decisivos, y en este final ha tenido un papel demasiado secundario.
A pesar de ello, me ha parecido un capítulo más que acertado para Lost, con momentos preciosos y muy emotivos; con un Jack que vuelve a su rol de líder, que vuelve a ser aquel Jack que hacía tiempo no veíamos, igual que Kate vuelve a ser la misma de siempre; con un Hugo encantado substituto de Jacob; con numerosos guiños al primer capítulo y a otros grandes momentos de la serie; y con un final estupendo, con la misma imagen, con Jack, cerrando los ojos esta vez.
Una serie que ha revolucionado el panorama televisivo, la manera de ver las series, que ha movido masas, que ha llegado a todo el mundo, que se ha convertido en un fenómeno sin precedentes. Se acabó Lost. Y parece que definitivamente, ya que los guionistas han asegurado que no harán ninguna película ni nada por el estilo. Así que, excepto a declaraciones que puedan hacer el equipo de la serie, esto es el fin. The end.
S.
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