Pocos días después de la polémica, sucedida en España, sobre el velo musulmán, en el Reino Unido se crea otra polémica relacionada con la vestimenta de las personas, aunque no con la religión.
La fiscalía británica solicitó, el pasado mes de abril, que se prohibiera a Drummond Ellis, de 18 años y condenado por asalto, robo y posesión de narcóticos, llevar pantalones caídos por debajo de las caderas, de manera que se viera su ropa interior, así como sudaderas con capucha. Ahora, el juez Nicholas Leigh-Smith, considera que esto atenta contra los derechos humanos, y se niega a respaldar estas medidas.
Finalmente, Drummond ha sido condenado por comportamiento antisocial y tiene prohibido, en los próximos cuatro años, mostrar un comportamiento amenazante, mendigar en las calles y entrar en el recinto de la Universidad de Bedford.
En Estados Unidos es habitual, ya, que en varias ciudades se multe a las personas que lleven los pantalones caídos.
No sé qué pensaréis vosotros, pero yo creo que estamos llegando a unos límites un poco extremos respecto a las prohibiciones sobre la manera de vestir. Una cosa es ser consciente de que hay lugares en los que ciertas vestimentas no serán muy bien recibidas: no podemos ir a trabajar como si fuéramos a la playa. Pero, realmente, se tiene que llevar este tema tan lejos? Tanto molesta que una chica lleve un velo en la cabeza? O un chico lleve los pantalones bajos? Si por la televisión vemos mil veces a los famosos con looks “super cool” con pañuelos como si fueran piratas o raperos, o super escotazos, vestidos medio transparentes, o los mismos tejanos enseñando los calzoncillos… Sinceramente no entiendo porqué tanto alboroto social.
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