Es el caso del cantante Mika, que ayer inició su gira española para presentar su nuevo disco, “The boy who knew too much”, con un concierto en el Palau Sant Jordi de Barcelona en el que asistieron 6.000 fans. Pero los numerosos seguidores de Mika se hubieran quedado con las ganas de verlo en directo si no hubiera sido porque el cantante cogió un taxi desde Paris debido a la cancelación de su vuelo. Nada más y nada menos que 1.000 kilómetros para poder actuar en la capital catalana.
Otro caso es el de los jugadores del F.C. Barcelona, que ayer cogió un autocar para llegar hoy a Milán, donde jugará mañana contra el equipo de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario