Chicha

Tara Lynn en la portada de la revista Elle de este mes.

Lizzie Millar posando para Glamour.

Des de hace ya bastantes años, el debate sobre la extrema delgadez de las modelos se abre y se reabre constantemente. Y es que, igual que no se usan modelos obesas para las campañas de moda, ¿porque sí se escogen chicas situadas totalmente al lado opuesto, es decir, excesivamente delgadas?

La moda no sólo ha de reflejar la sociedad, sino que debe hacerlo mostrando personas con apariencia saludable. No me meto en si las modelos son anoréxicas o no, solo hablo de apariencias, naturalidad y realidad. ¡Las mujeres tenemos curvas, señoras y señores!

Todo esto viene porque la modelo Tara Lynn ha posado, con su excelentemente bien llevada talla 48, para la portada de Elle.

"Como periodistas de moda, nuestra inspiración fue preguntarnos si podemos utilizar modelos de talla grande y hablar de moda, sin más. No queremos desviar la atención al hecho de estar utilizando chicas grandes", explica Valérie Toranian, la redactora jefa de la revista a The Times. "Por eso utilizamos mujeres realmente redondas, y no las que están rellenitas. Es más interesante mostrar que las chicas grandes también pueden verse increíblemente sexy".

Tara sufrió los problemas de la moda hace unos años. "Perdí 30 kilos en dos años, pero no era sano; estaba hambrienta y siempre me dolía algo. Así que dejé a mi cuerpo en paz, volví a engordar y volví a sentirme feliz", recuerda en Elle. "Fue cuando intenté trabajar como modelo en Nueva York. Hoy no sólo me siento bien por mi profesión, sino porque tengo el control sobre mi salud y he aceptado el hecho de que mi silueta nunca coincidirá con la imagen de belleza con la que constantemente nos bombardean".

Otro ejemplo de esta actitud es el de la revista Glamour, que el verano pasado publicó una foto de la modelo de la talla 42 Lizzie Millar. En los siguientes números las modelos que aparecían en la revista eran un poquitín más curvilíneas que anteriormente.

Algoes algo, cada granito de arena cuenta.

S.