El Periódico, 10.04.2010
Hace unos meses les hablé aquí de Jarvis Cocker, el músico inglés de la banda Pulp que en 1995 escribió una canción que se ha convertido en un himno: Common People (La gente normal). La letra cuenta la historia de una niña de clase alta que le dice a un chico: «Quiero vivir como la gente normal, dormir como la gente normal como tú». A lo que él le responde: «¿Ah sí? Pues alquila un piso encima de una tienda, córtate el pelo y consigue un trabajo, contempla las cucarachas desde la cama…, y aún así nunca lograrás fracasar como la gente normal».
El tiempo ha demostrado que estamos ante una gran canción, de las que son referente para toda una generación. En su día el grupo Manel la adaptó al catalán, con mucha gracia, y el actor William Shatner hizo una gran versión narrada junto a Ben Folds.
La última prueba de su poder evocador es un anuncio de cerveza en la tele, aunque en este caso juegan a darle la vuelta. De fondo se escuchan los acordes de Common People, pero el mensaje es contrario a la gente normal. Vemos a una mujer que se marcha de casa y entonces su ex novio, tan tranquilo, nos cuenta las razones: «Ella quería que tuviéramos una relación más normal, y que viviéramos en un piso normal… Quería que escuchase música normal… Que tuviéramos un perro normal…» Entretanto, vemos al tipo haciendo todo lo contrario y, por supuesto, tomándose una cerveza.
No sé qué pensaría Jarvis Cocker de este uso espurio de su canción, aunque un buen dinerito habrá cobrado. En todo caso, cada vez resulta más difícil decidir lo que es normal o no. Estos días, se ha sabido que la cadena Playboy TV emitirá un reality show para escoger a un fotógrafo de modelos. Es decir, lo normal en su mundo es ser conejita del Playboy y lo raro, lo que atrae al público, es querer fotografiarlas. Quizá sea esta la primera señal de que ya hemos dado una vuelta de 180 grados y lo raro ya se ha convertido en lo lógico. El siguiente paso será un Gran Hermano de gente normal: un oficinista jugando al solitario, una profesora corrigiendo exámenes, un jubilado sacando la basura. Ganará quien menos levante la voz y bostece de sueño. Será un espectáculo digno del National Geographic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario